domingo, 26 de abril de 2009

La tarde


Esa tarde
que estuvimos
sentados frente al mar

Riéndonos sin parar
y sintiendo
la brisa del mar

Y que al caer
el atardecer
ese intenso brillo del sol
nos enamoró
y no se cómo
fue esa atracción
que ahora yo muero
sin tu amor

Aquellos días volverán
y sin pensar estarás
junto a mí
y sin pensar
el tiempo pasará
pero nunca más te irás

Sin palabras, sin señas
podemos hablarnos

Sin tocarnos,
sin mirarnos
tan sólo con un beso
seguir enamorándonos.

Sólo la tarde podrá darnos
la felicidad de la pasión
que sentimos al amar.


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